Cortar las verduras y tenerlas listas en el frigorífico es una práctica culinaria inteligente que te permite ahorrar tiempo y facilitar la preparación de tus comidas. Una vez que tengas un momento para dedicar a la tarea, toma tus verduras frescas y córtalas en trozos o tiras según tus preferencias y necesidades. Puedes picar zanahorias, pimientos, brócoli y cualquier otra verdura que utilices con frecuencia en tus recetas.

Una vez que las verduras estén cortadas, guárdalas en recipientes herméticos o bolsas de almacenamiento en el frigorífico. De esta manera, estarán listas para usar cuando las necesites. El pre-corte de verduras te permite reducir el tiempo de preparación durante la semana y agilizar el proceso de cocción, especialmente en los días más ocupados.

Al tener tus verduras listas en el frigorífico, también fomentas un estilo de vida saludable y una alimentación equilibrada. Estarán disponibles y a la vista, lo que te animará a incorporar más vegetales en tus comidas diarias. Además, al tener una selección variada de verduras cortadas y listas para usar, podrás crear ensaladas, salteados, o incluso bocadillos saludables en cuestión de minutos. ¡Corta las verduras con anticipación y disfruta de una cocina más rápida, sencilla y nutritiva!

Aquí unos ejemplos:

• Zanahorias: Córtalas en bastones o rodajas para tener un delicioso y saludable snack listo para comer o utilizar en tus recetas.
• Pimientos: Puedes cortarlos en tiras o dados para agregar color y sabor a tus ensaladas, salteados o guisos.
• Brócoli: Separa los floretes del brócoli en porciones individuales para facilitar su cocción y consumo posterior.
  Calabacín: Córtalo en rodajas o cubos para utilizarlo en preparaciones como pastas, salteados o guisos.
• Pepino: Córtalo en rodajas finas o en bastones para disfrutarlo como snack o para agregarlo a ensaladas refrescantes.